¿Metas de vida?

[Kegawa]

Aquella mañana, las casas cercanas al acantilado no solo escucharían el casi incesante envite del mar contra las rocas. Podrían oír a su vez las quejas de un muchacho y los ladridos de un cachorro mientras avanzaban entre las callejuelas en dirección a la planicie; unos cuantos metros antes de la caída en picada hacia abajo.

— Carajo, pero que pesado que eres cuando tienes ganas, no se te ocurre mejor hora, ¿No? — iba rezongando el joven mientras arrastraba los pies y de vez en cuando trastabillaba siguiendo los pasos de ese demonio blanco que tenia por compañero. — Un paseo a las nueve de la mañana, la que te trajo... — continuo quejándose, levemente malhumorado. Haber sido despertado de su sueño sagrado a mordiscos y haberse olvidado la chaqueta en el hogar tampoco parecían ayudar al humor de Kegawa.

Por suerte para él, era pleno verano; y aun en horas tan tempranas como aquella el sol había llegado ya al firmamento y les otorgaba una sensación cálida con apenas un poco de viento. Realmente no debería quejarse de estar pasando frio; pero que no respetasen su sueño era otro tema.

Su canino compañero por otra parte; parecía radiante de felicidad. Iba trotando por delante de su humano, y en cuanto llegaron finalmente a la verdosa zona, unos cincuenta metros antes de las plataformas de entrenamiento y el precipicio, comenzó a correr y olisquear por los alrededores.

«Por lo menos se mantiene en buena forma... Aunque ya podría ser menos vago cuando necesito que me ayude...» Se dejo caer en el suelo; con los pesados parpados cerrándosele de vez en cuando.

[Tsukiyama Daigo]

Toshio había despertado temprano y con mucha energía aquella mañana, pues la fecha oficial de los exámenes chunin había sido anunciada y estaba completamente determinado a participar, pensaba que conseguir el rango de chunin a la primera sería un logro importante en su vida como shinobi y una oportunidad excepcional para darse a conocer como héroe.

A partir de hoy toca entrenar aún más duro

Después de desayunar y recoger sus cosas se dirigió al Acantilado Rompe-Olas para empezar su entrenamiento. El camino desde su casa era algo largo, pero aquel día hacía un clima tan magnífico que incluso le agradaba la idea de pasar todo el día fuera.

Debo recordar invitar a Yuki a la siguiente, seguro que con ella llegaré en plena forma a los exámenes

Al llegar al acantilado, el chico se dirigió a uno de los muñecos de entrenamiento y empezó a entrenar su taijutsu, practicando sus técnicas para aumentar su efectividad.

Bien, Toshio, golpea como si quisieras arrancarle la cabeza, ¡Tabi Tengoku Nii!

En uno de los intentos, Toshio saltó con golpeó con tanta fuerza al muñeco que llegó a literalmente arrancarle la cabeza, que cayó rodando cerca de un perro blanco que estaba corriendo por el lugar. Al ver el resultado de la técnica, el chico se apresuró para pedir disculpas al chico que parecía acompañar al perro.

-Lo lamento, amigo, se me pasó la mano- Se disculpó con una leve sonrisa, algo avergonzado -No le abré dado ¿Verdad? ¿Está bien el pequeño?-

[Kegawa]

A medida que pasaban los segundos, para Kegawa sus parpados se sentían menos como parte de su cuerpo y mas como pesas que estuviese intentando levantar inútilmente. Cada vez le costaba más estar inclinado, y lentamente se iba acostando mas en el suelo mientras sus ojos se cerraban sin prisa pero sin pausa.

Mientras la respiración del joven comenzaba a hacerse más lenta y espaciosa en el tiempo; Shiromaru por su parte había pausado su carrera para olisquear una rama y algunas piedras que encontró tiradas a unos pocos metros. Todavía no habían sido marcadas territorio de nadie, así que podría dejar su huella si le apeteciera...

Sin embargo, se vio interrumpido por la repentina caída de una cabeza demasiado cerca para su gusto. Aunque el cachorro nunca lo admitiría; desde luego que se asusto; y mientras daba un salto al costado para evitar el acercamiento rebosante; no pudo evitar empezar a ladrar de forma frenética, hasta que se dio cuenta de que no era nada más que uno de aquellos muñecos de entrenamiento.

— ¿Ehm? ¿Qué pasa Shiro? — Adormilado, el descendiente Inuzuka se levanto un poco y alcanzo a ver una cabeza de madera o paja (Algún material de esos colores) tirada en el suelo, antes de que un chico con un color de cabello tan rojizo y oscuro que no podía contrastar mas con el de Akagi, se acercase diciendo cosas que en la todavía lenta maquinaria cerebral del de cabellos verdes, le sonaron a disculpas. «¿De qué me está hablando este?» Fue su pensamiento hasta que su cabeza sumo dos más dos.

— ¡OH!¡No hace falta que te disculpes, de verdad! No parece que le hayas dado ni nada, y tampoco le pasaría nada de ser el caso — Kegawa extendió la mano para acariciar la cabeza de Shiromaru que se había acercado a él; mientras miraba con recelo a Toshio. — Sin embargo... Si que has debido de darle fuerte para arrancarle la cabeza a uno de esos muñecos de tal forma — Dirigió una rápida mirada al cuerpo del joven. Tampoco parecía ser musculoso, o al menos no con la ropa puesta.

— ¿Entrenando desde ya para los exámenes chūnin quizá? — Inquirió, habiendo visto ya una parte de la bandana que el otro llevaba atada a la frente, a pesar de que tampoco se la veía demasiado debido al cabello.

[Tsukiyama Daigo]

Cuando Toshio se acercó al chico este tardó unos segundos en reaccionar antes de restarle importancia al asunto.

-¡OH!¡No hace falta que te disculpes, de verdad! No parece que le hayas dado ni nada, y tampoco le pasaría nada de ser el caso- Y estiró la mano para acariciar al perro -Sin embargo... Si que has debido de darle fuerte para arrancarle la cabeza a uno de esos muñecos de tal forma-

Toshio rió con algo de orgullo el escuchar esto, pues a pesar de que su intención no era dañar el equipo de entrenamiento público, pero aún así eso solo significaba que su técnica funcionaba correctamente.

-¿Entrenando desde ya para los exámenes chūnin quizá?-

-Has dado en el clavo ¿Tanto se nota? Jaja- Se rascó la nuca esbozando una sonrisilla mientras hablaba -Es que esas cosas solo las pasan quienes se emplean a fondo ¿no crees?

[Kegawa]

Volvió a bostezar sin molestarse en taparse la boca mientras su interlocutor se largo a reír un poquillo y respondía a su incisión sobre si estaba entrenando para los tan famosos exámenes de ascenso a chūnin. No es que a Kegawa le aburriese la conversación momentánea; solo que tenia todavía resquicios de aquel sueño interrumpido.

— Suele ser el caso; o así se supone... — Comento mirando a la nada que había tras el precipicio. — Aunque muchas veces de lo que se habla es de "genios" que desde que nacen parecen predestinados a destacar. Es curioso. —

A pesar de que su respuesta se podía relacionar con lo dicho por su compañero de aldea; se notaba que todavía divagaba un poco. Sin embargo, el aire de la mañana comenzaba a desperezarlo de a poco; sus ojos se iban abriendo de a poco y sentía más energía que antes.

— Otros dicen que para subir de grado a chūnin hace falta más que saber técnicas y ser "bueno". Madurez; voluntad... Algunos dicen que si no tienes una meta para el futuro estas condenado a fracasar. —

La mayoría no dejaban de ser habladurías entre alumnos de academia y gennins que acaban desparramándose. Buscando que era lo necesario para ascender. A Kegawa no es que le importase mucho de momento. Se había graduado hacia poco; y aunque suponía que llegado el momento, si se sintiese preparado se anotaría; faltaba tanto...

[Tsukiyama Daigo]

— Suele ser el caso; o así se supone... Aunque muchas veces de lo que se habla es de "genios" que desde que nacen parecen predestinados a destacar. Es curioso. —

Toshio sabía perfectamente de lo que hablaba el chico, y no le faltaba un ápice de razón, pues Toshio sabía perfectamente lo que es estar al lado de uno de esos "genios" todos los días y lo que es intentar alcanzarlos.

— Otros dicen que para subir de grado a chūnin hace falta más que saber técnicas y ser "bueno". Madurez; voluntad... Algunos dicen que si no tienes una meta para el futuro estás condenado a fracasar. —

El peliverde continuó divagando levemente sobre los exámenes, llegando a decir -probablemente sin quererlo- una gran verdad para Toshio.

Si no tienes una meta para el futuro estás condenado a fracasar.

— Diría yo que no les falta razón, al fin y al cabo ni siquiera un genio puede conseguir nada sin tener algo a lo que apuntar — Responió el chico, bastante seguro de lo que decía — ¿Y qué hay de ti? ¿Planeas participar en los exámenes? —