Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16
Asentí ante la táctica de Toshio.

Así es, funciono mejor de lejos.

Se sugirió que fuese limpio y sigiloso, aunque no creía que pudiese ser el caso. Son animales, ¿No? No me parecía que los animales se quedaran quietos viendo cómo destruimos sus nidos. ¿Los atacaríamos por sorpresa? ¿Y a todo esto...?

¿Qué tipo de animales son? No lo dice el pergamino, ¿Verdad? ¿Qué animales hacen nidos? ¿Aves, reptiles, roedores? —pregunté con honesta curiosidad.
Responder
#17
Conforme andaban y hablaban se acercaban cada vez más a la estación. Contra menor era la distancia con el lugar mayor era la densidad de gente a su alrededor y cuando alcanzaban a ver la entrada a la estación de lejos, empezaron a aparecer los primeros vendedores ambulantes. Puestecitos de comida, de recuerdos, incluso había un puesto que vendía mini figuritas de puestos.

Podían atravesar el camino sin dificultades, pues los puestos estaban a los lados del mismo, pero no podrían esquivar a los chicos y chicas que repartían panfletos en el mismo camino. El que más llamaba la atención, tal vez por ser el más energico, el que más gritaba o por lo que anunciaba, era un chico de negros cabellos y ojos verdes.

¡2x1 en entradas para el concierto del año de Mei-hime! ¡Si llevas uno de estos panfletos entras directamente en el sorteo de un pase a backstage! ¡Además de un 2x1, claro! — gritó desde encima de una caja con toda la energia del mundo.

Y le funcionó. Varias docenas de personas de toda clase se reunieron a su alrededor, pidiendole uno de los panfletos.

¡De uno en uno! ¡Hay para todos!

Por suerte, eso les había limpiado bastante el camino para poder seguir hacia la estación. Toshio reconoció al muchacho.
Responder
#18
— Pues no sé qué tipo de animales habrán. Solo espero que no haya ninguno que vuele.

Conforme andaban y hablaban, un chico de cabellos negros y ojos verdes llamó la atención de Toshio. No necesariamente por lo alto que gritaba o por lo que anunciaba, sino porque le sonaba, le sonaba bastante. Ese cabrón fue el que se aprovechó de su buena voluntad para tenderle una emboscada y pegarle una paliza en el bosque. Aquello era algo que difícilmente olvidaría, especialmente cuando le juró que iría a por él y que la próxima vez sería la última.

Pero joder, realmente le gustaba la oferta de entradas 2x1. Ni siquiera sabía quien era Mei-hime, pero llevaba ya mucho tiempo sin ir a ningún concierto. Además, dudaba que Yaara fuese a provocar un lío en medio del trabajo.

— Esperad un momento, que quiero pillar uno de los panfletos. —Le dijo a las chicas.

Entonces, el Kurogane intentaría acercarse entre toda la multitud y estiraría un brazo para pedirle un pergamino, como todo el mundo.

— Ey. ¿Te importa darme uno de esos, colega?
¡Muchas gracias a Ayame por el súper sexy avatar!
Responder
#19
Más pronto que tarde, el pequeño grupo alcanzó la estación en el que se podía vislumbrar distintos puestos. Lyndis los miraba de reojo, mientras seguía la marcha del ninja pelirrojo evitando desviarse. Había un gran alboroto, sobre todo por las voces que dio un chaval al que se le acercaron como moscas a la miel tras agitar varios papeles y gritar algo sobre un concierto. La peli plateada no le prestó más atención, pero Toshio dio un paso al frente pidiendo que lo esperaran. A lo mejor era un fan aférrimo de esas cosas, pensó ladeando la cabeza para mirarlo nuevamente de arriba abajo.

De acuerdo. Pero vamos a mirar los puestos cercanos de mientras — le respondió apoyando una de sus manos sobre su mejilla, como intentando amplificar su voz. Se giró entonces a Meme, pasando la mano a su nuca. La había incluido sin querer, pero tampoco quería separarse mucho de ella.

Ranko le había pedido que tuviera un ojo sobre ella, pues podía ser bastante reacia al contacto físico según le había contado. Tampoco es que estuviera haciendo de niñera, pues si Meme se había graduado como kunoichi, cierta capacidad de independencia tenía. Solo esperaba no ser demasiado sobreprotectora, no había tenido hermanos o hermanas, asi que tampoco tenía muy claro como comportarse.

Bueno, si quieres Meme-chan
¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#20
¿Que no volaran? Imaginé dragones, no sé por qué. Avanzamos, pero comencé a sentirme nerviosa al estar tan cerca de la gente, así que opté por una estrategia que había usado con Jun: me coloqué detrás de Lyndis. La... Ahm... amiga de mi Hermana era alta y atlética, y me abría paso sin problema. Sólo tenía que estar pendiente de si se detenía de repente, y de la gente que llegaba por los costados.

Algunos voceaban, vendiendo no-sé-qué, no puse mucha atención, excepto cuando escuché un nombre, y puse los ojos como platos.

¿Mei-hime? Oh no. ¿Era esa Mei? ¿Aburame Mei? ¿Aquella que había dejado a mi Hermana plantada en Yukio? No. No, no podía ser. Ranko me había contado sobre aquella chica que le había enamorado en Yugakure, pero a quien nunca volvió a ver. Pero, aunque sí le había llamado princesa,no recuerdo que mencionara que era una cantante. Tenía que averiguarlo.

Toshio nos pidió que esperáramos, mientras Lyndis me dijo que viéramos los puestos cercanos. Me debatí un momento sobre qué camino tomar, pero el pánico de enfrentarme a la multitud hacia la que caminaba Toshio me disuadió.

Sí, vamos. —dije con sencilla voz a Lyndis, aunque mis ojos se desviaban hacia el chico que repartía panfletos. Le seguí, manteniendo mi distancia e intentando evitar a los transeúntes.
Responder
#21
— Ey. ¿Te importa darme uno de esos, colega?

El chico plantó su mirada en el pelirrojo y sonrió con confianza.

Así que has vuelto a por la revancha. — con una mirada detrás de Toshio pudo encontrar a Lyndis y Meme, sobre todo porque la segunda tenía la mirada clavada en él. — Y con refuerzos.

Su sonrisa desapareció por completo, suspiró y extendió la mano con uno de los panfletos hacia Toshio, pero una de las personas que estaba por los alrededores lo agarró pensando que era para ella.

Me decepcionas. Pensaba que teníamos una estrecha relación de rivalidad sana y me vienes con dos kunoichis. En fin, no pasa nada. La cobardía es la norma entre los ninjas, lo entiendo. — volvió a extenderle otro panfleto, que volvió a ser cogido antes de que siquiera entrase en el alcance de Toshio.

Pero tranquilo. Llegará nuestro momento.

Junto ambas manos en un solo sello y acto seguido explotó en una nube de panfletos que alcanzaría a todas esas personas tan deseosas de la oferta. Rodeado por la muchedumbre, Toshio le perdería la pista a su archienemigo, mientras que Meme, quien lo había estado vigilando, no sería capaz de seguir el movimiento, para ella podría haber ido a cualquier parte, o incluso haber desaparecido. Y Lyndis ni siquiera le había prestado atención.

La parte buena era que a Toshio no le costaría coger uno de los papeles que ahora se movían por el aire, balanceandose suavemente para caer al suelo por efecto de la gravedad.
Responder
#22
En cuanto Toshio se acercó, Yaara plantó su mirada en él y sonrió con una confianza que Toshio reconoció enseguida.

«Por Dios, por favor, no hagas que esto sea raro. Solo quiero un folleto». Rezó.

Pero sus plegarias no fueron escuchadas. El Hozuki lo malinterpretó todo como un ajuste de cuentas por su parte ¡y encima creía que se había traído a Lyndis y Meme como refuerzos! Oh, no. Él podía con que le pegaran una paliza, o con que lo amenazaran de muerte ¡Pero no permitiría que pensara que se traería refuerzos a una pelea uno contra uno! Él sabía respetar una rivalidad, por unilateral que fuese.

— No son refuerzos. Solo quiero un maldito panfleto. —Le mantenía la mirada al chico, con una sonrisa extremadamente forzada, mientras estiraba la mano para coger el panfleto que le tendía.

Una persona cogió el panfleto, pensando que para ella, pero el Kurogane ni siquiero a verla y solo volvió a estirar la mano mientras Yaara hablaba.

— ¿Alguna vez escuchas? Si te tengo que partir la cara, lo haré yo solo. —Nuevamente, otra persona cogió el panfleto que Yaara le tendía.

Al final, sin más, el chico se marchó dejando una nube de panfletos tras de sí. No fue muy complicado para él pillar dos de los folletos mientras se marchaba de vuelta hacia donde estaban Meme y Lyndis.

— Gilipollas... no necesito ayuda de nadie para derrotarte. —Lo escucharon decir en voz baja—. Ten, Lyn-chan. Pillé otro por si querías invitar a Ranko o algo.

Le tendió uno de los panfletos sin pensarse dos veces si había leído correctamente la situación al ver a Ranko y Lyndis hablar. La verdad es que saltaba a la vista de todos que eran... muy buenas amigas.
¡Muchas gracias a Ayame por el súper sexy avatar!
1
1
Responder
#23
La marabunta de personas no cesaba en número ni por un instante. En su lugar, parecía que aumentara en tamaño a la vez que lo hacían los gritos, las manos que buscaban un trozo de papel y los golpes para arrebatar estos últimos. Poco después Toshio volvió y le extendió a Lyndis una de aquellas entradas.

Oh, gracias. No soy muy dada a los conciertos, pero a lo mejor a ella si le interesa — lo ojearía por ambos lados, prestando atención a las indicaciones; fecha, hora, lugar...

« ¿Mei-hime? No me suena de nada. Uh, que violento resulta esto un Meme delante... Podría dárselo para que fueran ellas dos, pero me gustaría ir con Ranko aunque no me guste, aunque no tenga ni pajolera idea del género. Pero es algo egoísta por mi parte acapararla para mí»

Pero estaba en su naturaleza serlo.

¿Tanto te gusta la música de Mei-hime? No dudaste en ir a por uno en cuanto lo escuchaste vitorear — guardaría aquel boleto en un portaobjetos que tenía en el lateral, asegurando de cerrarlo bien. Hasta que Ranko no opinara, prefería guardarlo con recelo.
¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#24
Me vi tentada a dar un paso hacia atrás, pero me contuve. La nube de panfletos había hecho que la gente se arremolinase peligrosamente cerca, lo que me puso tensa. Sin embargo, el alto cuerpo de Lyndis me protegería. ¿No?

No sé qué problema traía Toshio con aquel chico, pero se notaba molesto, al menos brevemente. Le entregó un panfleto a Lyndis, diciendo que podría invitar a Ranko.

¡PFFT! ¡Qué mala idea!

¿No me trajiste uno a mí? ¿Qué clase de favoritismo es éste? —Lo dije de broma, claro, aunque intenté usar un tono serio para ello —. A Onee-sama le gusta el arte y la música, claro. Pero... Bueno, quiero ver si es esa Mei-hime.

Extendí una mano, pidiendo el papel, ya sea a Lyndis o a Toshio. Obviamente no le arriesgaría a ir a la muchedumbre y que me contaminaran con sus asquerosas manos.
1
Responder
#25
Cuando el chico estalló en panfletos hubo un pequeño momento de auge de muchedumbre antes de disiparse tan rápido como se había formado. Sin embargo, ahora había un tono diferente en la gente. Casi todo el mundo que pasaba hablaba de Mei-hime o de su concierto, la mayoría con una excitación dificil de contener. Parece que era toda una estrella en alza.

Nadie más centraría su atención especialmente en el trio y no volverían a ver rastro alguno del muchacho. Aunque el olor a sardinas fritas de un puesto cercano les asaltaría con el mismo impetu que el muchacho, pero olfativamente más que sonoramente.
Responder
#26
— No tengo ni idea de quién es. —Respondió Toshio, con simpleza—. Pero no voy a rechazar una oferta así, no señor.

Meme se hizo la ofendida en broma porque no le había traído ningún panfleto a ella, pero Toshio simplemente sonrió.

— Porque solo hace falta un panfleto por pareja. ¿Te quieres venir? —Le ofreció a Meme, mientras le prestaba el panfleto—. ¿Y cómo que esa Mei-hime? ¿Es que la conoces?

Esperó a que Meme mirase el panfleto y comprobase lo que quisiera comprobar antes de volver a hablar. Guardándolo en su portaobjetos si se lo devolvía.

— Bueno. Deberíamos seguir avanzando, que seguimos estando de misión.
¡Muchas gracias a Ayame por el súper sexy avatar!
Responder
#27
Para la vista de Lyndis, Toshio tenía toda la razón. Una oferta así no se conseguía como si nada en ciertos ámbitos, y era un poco estupido dejarlo pasar. Puede que luego no le gustara, pero merecía la pena al menos probarlo; fuera con quien fuera a ir a dicho concierto, podía pagar la entrada a medias con la otra persona y les saldría realmente barato.

Suena tentador, así que podríamos ir los cuatro cuando volvamos — dijo cruzada de brazos, alternando las miradas.

Acto seguido, el pelirrojo mencionó el hecho de que seguían de misión, por lo que tampoco podían seguir por ahí dando vueltas como si nada dejando el tiempo correr.

Oh, es cierto. Mejor no nos entretengamos más, que tampoco tenemos que estar ya muy lejos del lugar

Tras que el resto procediera la marcha, ella continuaría, mientras seguía con un ojo mirando los puestos de los alrededores. El estómago no le gruñía, había comido bien aquella mañana, pero no le importaría llevarse algo para más tarde. O tal vez alguna baratija de recuerdo... Podía comprarle algo a Ranko, un llavero por ejemplo o...

«Pfff ¿no podías pensar en algo más hortera, Waai? ¿Por qué no de paso ya un abrebotellas?»

Dejo el aire por la nariz mientras se acariciaba con suavidad la parte posterior de uno de sus hombros con la mano contraria.
¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#28
No sé —dije, aunque pronto me corregí —. No, no la conozco en realidad, pero Onee-sama conoce a una Mei. Una Mei a quien llamaba Mei-hime. Sólo quería saber si era la misma.

Aquella tal Aburame Mei había ilusionado a Onee-sama y le había roto su corazón. Eso hacía que sintiera algo en mi interior, como si mis mecanismos se aceleraran con furia. Sí, eso era. Creo.

Alta, cabello negro con azul y ropa atrevida. La conoció hace tiempo y se enamoraron, creo. Pero no la ha visto desde entonces y... Oh —Me callé de repente. No debería ir contando las cosas de otros, en especial de Onee-sama. Mmm. Cielos. No debí de haber dicho eso —. No debí de haber dicho eso.

Mis ojos se voltearon hacia Lyndis por un instante. No quise hacerlo.

Sí, sí, sigamos con la misión. Sí, podríamos ir, supongo, Lyndis.

Tomé el panfleto y lo examiné. Buscaría si el nombre completo de la chica, de estar impreso, era Aburame Mei, o si había alguna foto que correspondiese con la descripción que Onee-sama me había dado hacía tiempo. Vería toda la información posible para saber si era la Mei-hime. Luego devolvería el panfleto a Toshio.

Además, si fuera ella, ¿Que haría yo? ¿Ir a reprocharle por haber dejado plantada a Onee-sama?

Quizás.
Responder
#29
A paso tranquilo, llegaron a la entrada de la estación.

Entre los viajeros y los comerciantes se podía distinguir algunas personas uniformadas que constituirian el personal de la estación. También había un puesto de información, cuya encargada estaba ocupada con una anciana que parecía no estar entendiendo ni cómo se llamaban los cacharros que se movían sobre las vías.

Había un hombre con una bandana paseandose entre la gente, como si buscase que le viesen y resultar intimidante más que prestando atención a algo en concreto.
Responder
#30
— Ouch, vaya. —Ya entendía lo que había pasado con Ranko y no sonaba nada lindo—. No te preocupes, no se lo contaré a nadie.

Sin hablar más de ello, el chico caminó a paso tranquilo hasta llegar a la entrada de la estación, donde entre varias personas pudieron ver a algunas personas uniformadas, una anciana en el puesto de información y un ninja que debía estar haciendo de guardia.

Sin más, el chico siguió andando hasta un miembro del personal de la estación para hablar con él.

— Ey. ¿Tienes un momento? —Preguntó y esperó a una respuesta positiva antes de preguntar—. Tenemos la misión de desalojar y destruir unos nidos de animales hay por la zona. ¿Sabes dónde hay alguno y qué tipo de animales han hecho los ataques? Para tener por donde empezar.
¡Muchas gracias a Ayame por el súper sexy avatar!
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.